viernes, 15 de marzo de 2013

Un neoyorquino en Granada

Por Sean Lemkey
 
Granada es un lugar realmente especial. Después de estar aquí casi dos meses, todavía no ha disminuido su misterio, su encanto y su belleza, sino ha crecido.
Es toda una experiencia caminar sólo veinte minutos para ir a la clase por calles que tienen casi dos veces los años de mi país y sentir toda la historia que te rodea. Después de haber tenido ya la oportunidad de viajar a otras partes de España y de la comunidad andaluza, puedo decir que nada delo que he visto puede compararse con Granada. Si miras a un lado te encuentras con las altas montañas de Sierra Nevada, cubiertas de nieve; al otro lado la Alhambra, majestuosa, encaramada en una colina y enfrente las casitas blancas del barrio Albaicín.
En la ciudad, florece una cultura vibrante y diversa. Como corresponde a uno de los lugares cuna del flamenco, siempre hay un espectáculo que ver. Y las tapas…! Sigo probando la gran variedad de las tapitas que se dan gratis con cada bebida en Granada, un “perk” económico muy afortunado para la gran población de estudiantes aquí. Cada día sigue siendo una aventura nueva aquí en Granada ¡y estoy dispuesto a disfrutar los meses que todavía nos quedan!