Por Sean Lemkey
Granada es un lugar realmente especial. Después de
estar aquí casi dos meses, todavía no ha disminuido su misterio, su encanto y
su belleza, sino ha crecido.
Es toda una experiencia caminar sólo veinte minutos
para ir a la clase por calles que tienen casi dos veces los años de mi país y
sentir toda la historia que te rodea. Después de haber tenido ya la oportunidad
de viajar a otras partes de España y de la comunidad andaluza, puedo decir que
nada delo que he visto puede compararse con Granada. Si miras a un lado te
encuentras con las altas montañas de Sierra Nevada, cubiertas de nieve; al otro
lado la Alhambra, majestuosa, encaramada en una colina y enfrente las casitas
blancas del barrio Albaicín.
En la ciudad, florece una cultura vibrante y
diversa. Como corresponde a uno de los lugares cuna del flamenco, siempre hay
un espectáculo que ver. Y las tapas…! Sigo probando la gran variedad de las
tapitas que se dan gratis con cada bebida en Granada, un “perk” económico muy
afortunado para la gran población de estudiantes aquí. Cada día sigue siendo
una aventura nueva aquí en Granada ¡y estoy dispuesto a disfrutar los meses que
todavía nos quedan!