domingo, 18 de mayo de 2014

SIEMPRE HAY UNA SOLUCIÓN, SIEMPRE HAY UN CAMINO


Todos los estudiantes de nuestro programa conocen este refrán: “siempre hay solución, siempre hay un camino!”.  El profesor Lamas nos lo ha repetido casi cada día.  Encontrar mi camino no ha sido para nada fácil.  Decidí estudiar en Granada porque me sentía muy atrapada en el campus de Fordham.  Tenía problemas con algunas amistades; y , a pesar de ser mi tercer año, todavía estaba luchando con encontrar mi “nido”.  Además, dos semanas antes de llegar a España, se murió mi abuela: mi héroe, mi segunda madre, mi mejora amiga.  En realidad, me sentía atrapada y perdida.  No tenía un camino.  No sabía la solución y la verdad es que, al principio, me frustraban muchísimo estas palabras.  En cuanto empecé a reflexionar sobre mi experiencia aquí en Granada, me dí cuenta de que he aprendido un montón sobre la cultura, la lengua, la gente.  Se supone que ese era el objetivo; sin embargo, lo más importante de todo lo que más he aprendido es que aquí en Granada, sí, he encontrado un camino- y debo este descubrimiento a este grupo de Fordham en Granada 2014.  Todos mis conocimientos de este país y esta ciudad en particular son invaluables…pero las amistades que he hecho aquí son el regalo de este semestre tan preciado para mi.  Cuanto más aprendía sobre ellos, más me enseñaban sobre mi misma.  Nunca había encontrado un grupo que me hiciera sentirme en casa tan pronto hasta que conocí a este grupo de estudiantes increíbles.  Por eso, mi regreso a Fordham ya no es tan abrumador;  me siento libre, ilusionada y renovada.  Encontré unos amigos sinceros aquí; y, por eso, encontré un camino.  Después de todo, sí, siempre hay solución, siempre hay un camino.  Gracias por todo, Fordham en Granada.  
By Lianna Drobatz